MARACAIBO HISPANA. CRÓNICAS DE LA PRIMERA FUNDACIÓN

Maracaibo, ciudad venezolana de origen hispano, fue fundada durante el descubrimiento y conquista del vasto territorio americano. Los datos para reconstruir esos primeros momentos de su historia están llenos de contradicciones, más aún cuando la ciudad se funda en tres ocasiones. Por suerte, a los primeros exploradores europeos le acompañaron testigos excepcionales: los cronistas de Indias, quienes dejaron testimonio escrito -a veces hasta ilustrado- de esas incursiones. Esta experiencia, que nos revela la realidad bajo la mirada de estos primeros testigos, nos ayudará a adentrarnos en las circunstancias y razones  que dieron origen a la Maracaibo hispana, a través de las crónicas que acompañaron la primera fundación.

LA CRÓNICA: ¿UN MODO DE CONTAR LA HISTORIA?


Leonardo Padrón, reconocido escritor venezolano que ha reivindicado el género de la crónica para entender la actualidad nacional, la considera como “una maravillosa trinchera de escritura para descifrar un continente, y un país, tan complejo y lleno de matices como lo es Latinoamérica y Venezuela respectivamente”, según él se constituye en una especie de cóctel entre realidad y literatura.

Luego de siglos de historia, en un territorio tan cambiante y complejo, tan híbrido y mestizo como el nuestro, como lo señala Padrón, la crónica permanece como el género literario más adecuado para comprender una realidad en circunstancias de cambio constante.

El cronista -dice el escritor mexicano Villoro– es “como un extraterrestre recién aterrizado que ve algo con novedad” ¿así verían estos primeros “cronistas de las Indias” al nuevo continente?  ¿será la crónica con su capacidad de captar el instante, ese presente histórico, la que más nos ayude a comprender los enormes cambios que trajo consigo ese encuentro de distintas culturas que sucedió durante la América hispana?

LOS CRONISTAS DE INDIAS, TESTIGOS DE LA PRIMERA FUNDACIÓN DE LA MARACAIBO HISPANA.


Todas las historias tienen quien las narre y en la época del descubrimiento y conquista de hispanoamérica, existieron personajes que relataron sus impresiones y experiencias al acompañar a los conquistadores o bien formaron parte de su estructura organizacional: algunas veces eran los mismos descubridores, otras se trataban de algunos acompañantes como sacerdotes, soldados, quizás un funcionario o hasta los mismos pobladores originarios. Ellos fueron los primeros testigos de esta historia: los cronistas de Indias.

Estos cronistas nos dan su visión de los acontecimientos y nos describen minuciosamente las ciudades a medida que se fundaban. A veces esta información tiene un punto de vista personal y hasta sesgado, por lo que se contradicen en ocasiones; por tanto es necesario verificarla con otros tipos de documentos o pruebas si queremos hacer una investigación histórica realmente seria.

Pero aquí lo que quiero resaltar es la importancia y aportes de estas crónicas de Indias en la reconstrucción de la historia urbana de la Maracaibo hispana. Además, su lectura nos permite descubrir esas experiencias que acompañaron la primera fundación de la ciudad.

Partamos entonces de esas crónicas sobre la primera fundación relatadas por aquellos «reporteros» de los momentos iniciales de la Maracaibo hispana; una ciudad que surge luego de tres intentos en sitios distintos pero muy cercanos unos de otros. Aunque, de la localización exacta de estos primeros asentamientos todavía no tenemos certeza absoluta, sí existen ciertas hipótesis.

Lo que no deja ninguna duda es que su ubicación -en el corredor que forma el encuentro del lago de Maracaibo con el mar Caribe- y la ventaja que ofrecía la forma costanera -como puerto natural para el fácil arribo de los buques- hicieron de este sitio un punto estratégico para la exploración del vasto territorio que conformaba la cuenca del lago y sus ríos afluentes.

Evidentemente, todo empezó al descubrirse el inmenso lago (que al principio confundirían con un mar), y darse cuenta de las posibilidades que ofrecía; el propio Vespucio así lo comunicaba por el año 1500 cuando recorría el nuevo continente:

Desde esta isla fuimos a otra isla vecina de aquella a diez leguas, y encontramos una grandísima población que tenía sus casas construidas en el mar como Venecia, con mucho arte; y maravillados de tal cosa, acordamos ir a verlas, y al llegar a sus casas, quisieron impedir que entrásemos en ellas. Probaron cómo cortaban las espadas y se conformaron con dejarnos entrar, y encontramos que tenían colmadas las casas con finísimo algodón, y las vigas de sus casas eran también de brasil, y les quitamos mucho algodón y brasil, volviendo luego a nuestros navíos. Habéis de saber que en todas partes donde saltamos a tierra, encontramos siempre gran cantidad de algodón, y los campos llenos de plantas de él, tanto que en esos lugares se podrían cargar cuantas carabelas y navíos hay en el mundo, con algodón y brasil (Vespucio en Carta que envió el 18 de julio de 1500 desde Sevilla a Lorenzo Pier Francesco de Medici) (1).

Otro elemento que siempre ha sido motivo de discusión es el establecer de dónde provino el nombre de Maracaibo; fray Pedro Aguado, sacerdote franciscano autor de la Recopilación historial resolutoria de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada y Venezuela y de la Historia de Venezuela, nos ofrece su explicación:

Y también es de saber que este lago por quien nos hemos alargado a contar lo que de suso se ha dicho, no tomó ni tiene la nombradía de la provincia de Venezuela, que del o por el fue nombrada así, mas es llamada la laguna de Maracaibo. Laguna, como es notorio, es vocablo usado entre españoles, que significa congregación o ayuntamiento de aguas: Maracaibo era nombre propio de un señor muy poderoso que en este lago residía o vivía, que señoreaba y mandaba la mayor parte de las gentes que en ella habitaban, cuyo nombre era tan célebre entre aquellos naturales que en viendo o entrando donde ellos estaban españoles, luégo les nombraban Maracaibo, o señalaban o daban a entender por señales su gran poder y grandeza, y de aquí le quedó entre los españoles el nombre y sobrenombre de la laguna de Maracaibo (2).

Estos “señores de la laguna” nos dan referencia de la existencia de una importante población originaria en la cuenca, que vivían en casas palafíticas sobre el lago, así como también tenían asentamientos en tierra firme donde existía ya un importante intercambio de productos que le permitieron ver a la población europea las potencialidades de la cuenca; y, entre ellos, un gran jefe o cacique, con poder y riqueza de nombre Maracaibo, cuya relevancia en la zona hacía que su nombre se extendiera como amo y señor de la laguna.

Plano de la cuenca del lago de Maracaibo. Oviedo y Valdés (1535).
Plano de la cuenca del lago de Maracaibo. Oviedo y Valdés (1535).

LA PRIMERA FUNDACIÓN DE LA MARACAIBO HISPANA: ¿CIUDAD O CAMPAMENTO?


La apropiación española del territorio fue principalmente urbana. Al conquistar un territorio distribuían los terrenos en forma de retícula, asignaban propietarios, ubicaban plaza, iglesia, cabildo, cárcel y constituían la organización política que regiría la ciudad a través de los cabildos.

Pero es evidente que previamente se pasaba por un período de exploración y reconocimiento del territorio; a veces estas acciones se cumplían con éxito, otras veces se encontraron con la resistencia de los habitantes nativos o con condiciones ambientales que entorpecían su objetivo. Maracaibo, como hemos dicho, igual que otras ciudades latinoamericanas, no se fundó durante el primer intento; la ciudad quedaría organizada definitivamente en el tercero de ellos.

El primer cronista de hispanoamérica, Gonzalo Fernández de Oviedo, nos relata la travesía del alemán Ambrosio Alfínger por el lago de Maracaibo y señala como fecha fundacional el año de 1531. Alfínger era capitán general y gobernador de la provincia de Venezuela, representaba a los Welsares, alemanes a quienes Carlos V les concedió algunos territorios de la América española. Su objetivo era explorar las tierras alrededor del lago para buscar nuevas rutas hacia Tierra Firme, con la esperanza de encontrar el tan ansiado Dorado.

Tornemos al gobernador Ambrosio de Alfinger, el qual despues que ovo ordenado los offiçios y cosas que conveian á la república de la ciudad de Coro, y de otra villa é poblaçion de chripstianos llamada Maracybo, y proveydo otras cosas en aquella provinçia, entró la tierra adentro y truxo mas cantidad de oro de la que se publicó; y vinieron á la amistad de los chrisptianos algunos pueblos de la comarca, é fueron recebidos con buen tractamiento. […]Tornado el gobernador Ambrosio al pueblo de Maracaybo, esperó algunos días allí á su teniente Luis Gonçalez de Leyva, que avia ydo tierra adentro á buscar bastimento para el pueblo; y porque avia nesçessidad envió alguna gente adelante que le esperassen donde oviesse de comer […] Y quando fue venido su teniente Luis Gonçalez de Leyva, tomó la gente que con él avía quedado, é siguió su camino, é partió de Maracaybo primero dia de septiembre de aquel año (1º de Septiembre de 1531) (3).

Fray Pedro Aguado, Historia de Venezuela (1581).
Fray Pedro Aguado y su libro Historia de Venezuela

La primera fundación fue un punto estratégico para seguir con la exploración tierra adentro, nos señala esta crónica. Por su parte, Fray Pedro de Aguado, también nos ofrece otra descripción de las razones para fundar lo que llamó una ranchería, al describir el primer asentamiento como sitio que permite continuar el proceso de exploración:

A esta sazón tuvo micer Ambrosio noticia muy cierta de las muchas riquezas y grandes poblazones de indios que en la laguna de Maracaibo había, por lo cual fue movido a tomar esta derrota y demanda antes que otra ninguna, y aprestando luégo las cosas necesarias a la navegación y conquista de la laguna, haciendo aderezar un navío de los que consigo había traído, y dos bergantines que con toda brevedad allí hizo, los cuales luégo encaminó por mar que entrasen con alguna gente por la boca de la laguna, y él, con toda la demás, se partió por tierra, dejando en Coro alguna gente que había caído enferma y otros soldados y vecinos para el sustento de aquel pueblo.

Mas adelante nos relata las características de esta primera población:

Fray Aguado
Fray Pedro Aguado, Historia de Venezuela, 1581.

Caminó micer Ambrosio con su gente derecho a la laguna de Maracaibo y luégo pasó toda la gente de la otra parte de la laguna que es hacia el Cabo de la Vela, […] y allí hizo luégo una manera de alojamiento, que comúnmente llaman ranchería, donde se alojó él y su campo, para de allí dar mejor orden en lo que se había de hacer tocante al descubrimiento y pacificación de aquella laguna y sus provincias. Y porque consigo llevaba mujeres casadas y criaturas y otros géneros de carruaje que en semejantes jornadas causan estorbo y embarazo, con lo cual siguió la disciplina de los demás pobladores de Indias, que cuando así van a poblar alguna provincia lo primero que hacen es entrando en la tierra que van a descubrir o poblar buscan un sitio que esté más encomedio bastecido de agua y leña y tal que la gente que en él dejaren se pueda defender de los naturales que les quisieren ofender, en el cual hacen luégo su alojamiento o ranchería…

¿Cómo sería esta primera ranchería? Esta crónica nos permite imaginarnos este primer asentamiento:

…haciendo ciertas maneras de casas en qué habitar el tiempo que allí estuvieren, que son unos bohíos pequeños hechos de varas delgadas y paja, y hecho el alojamiento y ranchería donde puedan dejar el carruaje o fardaje y las otras cosas que les son estorbo para el caminar y pelear, luégo desde allí da orden el capitán en enviar sus caudillos y descubrir y pacificar, dejando siempre fortificado el alojamiento y ranchería con guarnición de soldados, cual conviene conforme a la calidad de la tierra y gente de ella. (4)

Por otra parte, Juan de Castellanos, en sus Elegías de los Varones Ilustres de las Indias, aporta otros datos -algunos contradictorios con lo anterior- acerca de las actividades realizadas en la recién fundada ciudad y de sus características:

En un pueblo de indios que allí estaba
Hicieron los cristianos asiento:

Aqueste Maracaibo se llamaba
De quien el lago tuvo nombramiento:
Allí no e cogía ni sembraba,
Mas era de rescate el sustento
Y celebraba ferias y mercado
A trueco de sal y del pescado.
Hizo Micer Ambrocio de solares,
Según orden, común repartimiento,
Nivelando calles y lugares
para mejor trazar aquel asiento:
Nombraron de personas singulares
Oficiales, justicia y regimiento:
Fernando de Beteta fue tenienteo
Que conocí de moro de presente
(5).

Con respecto a la posición de esta ranchería, a la cual designa con el nombre de pueblo, el Licenciado Juan Pérez de Tolosa, encargado de la Provincia de Venezuela después de los Welsares, es más explícito: Alfínger, dice:

pobló un pueblo de cristianos llamado Maracaibo, el cual estaba a la otra banda de la laguna en una sabana, junto al pueblo hay una sabana de sal muy buena de la cual se provee toda la laguna e muy gran parte de tierra e sierra por vía de contratación (6).

Libro: «La conquista de Tierra Firme en las Indias occidentales»

Así, las proximidades de una salina se convertía en una razón importante para la localización de este primer asentamiento. Fray Pedro Simón, en sus Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales, agrega que habrían ciertos sembradíos como sustentación del mismo, además de las actividades ya realizadas por la población nativa:

Pobló luego que llegaron a tierra, en el sitio más acomadado que les pareció, una ranchería con las casas necesarias para dejar las mujeres y niños y otros carruages que pasaron, y la comida en los almacenes que hizo … sembraron  granados, parras y otros árboles de Castilla (7).

Otro elemento importante al fundar cualquier asentamiento era la necesidad de proveerse de fuentes de agua y garantizar así la subsistencia de la población. ¿Sería el lago de Maracaibo en aquel tiempo una fuente de agua potable segura?

Pérez de Tolosa, primer gobernador y capitán general de la Provincia de Venezuela, al esclarecer la acción de los Welser en la región, nos refiere la posibilidad de que consumían agua “de la laguna y de un jagüey muy pequeño y de muy poca agua que estaba junto al pueblo(8).

El hermano Nectario María -quien escribe Los orígenes de Maracaibo basado en el estudio de documentos y crónicas de esta época, nos aclara que, si bien la fundación de este primer asentamiento tuvo que haberse efectuado a la llegada de Alfínger, debió realizarse en septiembre de 1529, o poco tiempo después. (María, Nectario, 1959).

Cuando se retira Alfínger, según el historiador, deja algunos pobladores y nos señala que ya sería una comunidad más organizada, aún cuando no tuviera una estructura política establecida:

Con la organización que desde su primera entrada había dado Alfínger al pueblo que fundara en las orillas del lago de Nuestra Señora, Maracaibo era ya una población formal, … a pesar de no tener cabildo, corregidores y alcaldes ordinarios...

Sin embargo, otras fuentes señalan que para 1532, se nombró a Francisco Venegas como alcalde de la villa de Maracaibo y de tres jueces que representan a esta villa en el momento de repartir el oro recolectado por Alfínger en sus expediciones por los distintos pueblos de indios.

¿QUÉ INDICIOS NOS APORTAN ESTAS CRÓNICAS SOBRE LA PRIMERA FUNDACIÓN DE LA MARACAIBO HISPANA?


Como vemos, esta selección de narraciones de algunos de los cronistas de Indias nos facilita el reconstruir cómo fue ese primer asentamiento, como parte del proceso de fundación de Maracaibo.

Estas primeras impresiones, narradas por los protagonistas de ese momento histórico, nos permiten inferir varios indicios sobre el por qué, cómo y para qué Maracaibo se establece en ese lugar tan estratégico y determinante, que la convertiría en la ciudad puerto más importante del occidente de Venezuela:

  • Antes de  la llegada de los primeros conquistadores, alemanes-españoles, existía una importante comunidad nativa, con una particular convivencia entre pueblos de agua (palafitos) y pueblos de tierra que conformaban una base productiva alrededor de la laguna y su cuenca.
  • La localización en la garganta o corredor que forma la unión del lago con el mar Caribe, resultó un lugar estratégico para la conquista de tierra adentro, a través de la cantidad de ríos que afluían a la extensa laguna; a la vez que permitía una rápida conexión con el resto de las islas del Caribe, lo cual garantizaba el abastecimiento e intercambio de la región con la península.
  • La forma de la costa del sitio seleccionado conformaba una bahía natural, que serviría para atracar los buques, a la vez que les brindaba protección. 
  • Este primer asentamiento, más que una ciudad formal, se nos presenta como un campamento. Un lugar que permitía abastecerse, organizarse y continuar en el proceso de búsqueda del tan ansiado oro por parte de Alfínger y sus acompañantes.
  • El lugar no ofrecía grandes posibilidades de siembra o cultivos, pues el fuerte clima y la tierra poco fértil no permitiría el sustento; sin embargo tenían agua y sal, elementos indispensables para la subsistencia y conservación de los alimentos. 
  • La imagen del asentamiento estaría dada por unas pocas chozas construidas con paja y varas de madera -de mangle quizás- que seguirían o aprovecharían la técnica y materiales desarrollados por los nativos en sus viviendas palafíticas y terrestres, a las que tal vez ellos ayudaron a levantar.
  • Pudiera pensarse en la existencia de alguna delimitación o trazado del suelo en manzanas para asegurar la repartición de tierras entre el pequeño grupo de pobladores, una iglesia construida pues siempre se acompañaban de sacerdotes, una especie de plaza para ferias y mercados, algún lugar para servicios médicos a residentes y soldados; y alguna organización política que asegurase cierta gobernabilidad y orden en el lugar (ya hemos visto las contradicciones entre los cronistas en este sentido).

 

El trato despiadado hacia los indígenas por parte de los Welsares -como señalan algunos cronistas españoles- provocaron enfrentamientos importantes que llevaron a los nativos a arremeter contra poblados enteros. Luego, cuando España canceló la conseción a los alemanes, les ordenó su retirada en 1535. Estos acontecimientos más una organización territorial muy insipiente contribuyeron a la desaparición y abandono de este primer asentamiento.

Sin poderse determinar el sitio exacto, se presume se encontraba cerca de la salina y de un embarcadero; estudios más profundos -como arquelógicos- o la constatación con otras fuentes nos podrían llevar a precisiones más exactas.

Encontramos entonces cómo en la Maracaibo hispana las crónicas nos aportan datos de gran valor en la reconstrucción de su primera fundación. Sus visiones o apreciaciones, en forma de relatos, pudieran no ser enteramente confiables -pues están marcados a veces por intereses personales, políticos o económicos- sin embargo nos ofrecen un acercamiento importante a esta búsqueda de la verdad histórica.

Así, el trabajo de historiar esta maravillosa experiencia de nuestro pasado consiste en lograr una aproximación, lo más certera posible, a través de la utilización de diversos recursos y el aporte de varias disciplinas.

¿Qué relación tiene esta primera fundación sobre la ubicación definitiva del actual centro histórico de Maracaibo? ¿sería en el mismo lugar? ¿qué pasó con las siguientes fundaciones? Más adelante comentaré algunas hipótesis sobre este proceso y trataremos de reconstruir los futuros asentamientos y otras particularidades de nuestra Maracaibo hispana.

¿Conoces otra ciudad hispanoamericana que haya pasado por un proceso similar? ¿Alguna que tuvo diversos intentos hasta su fundación definitiva? Ayúdanos a encontrarla y cuéntanos cómo fue esa experiencia urbana en la América hispana.


LAS REFERENCIAS.

La información que aparece en este post es producto de un trabajo realizado durante la Maestría en Historia de Venezuela, en la cátedra Historia I a cargo de Belín Vásquez  en la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Zulia. Además de las discusiones y producción generadas en el Seminario de Arqueología Urbana con el Dr Mario Sanoja y el equipo de investigación del programa: El Zulia en la conformación de la nación venezolana, liderado por el Dr. Germán Cardozo Galué, en el Doctorado de Ciencias Humanas de la mencionada facultad. De allí surgieron las siguientes publicaciones:

  • Quijano, Elisa (1996); Maracaibo hispana: sociedad y ciudad, trabajo final cátedra Procesos Históricos regionales de Venezuela, Maestría  en Historia de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo.
  • Petit, Nereida; Pineda, Eduardo; Quijano, Elisa (2007) La Maracaibo hispana. Fundación y expansión de una ciudad-puerto. Venezuela, siglos XVI-XVIII. Puede consultarse en: Saber
  • Quijano Elisa, Petit Nereida, Pineda Eduardo (2008), capítulo: Los orígenes de Maracaibo. La estructura física espacial de Nueva Zamora de Maracaibo. Siglos XVI-XVIII, en el libro: Maracaibo, de las sociedades originarias a la ciudad hispana. Lecturas interdisci, Colección Zuliana N° 25, Serie Ensayos, Editado por Vicerrectorado Académico-Serbiluz-Cidhiz de la Universidad del Zulia, Maracaibo.
  • Urdaneta Alerne,  Parra Grazzina Ileana, Cardozo Galué Germán, Atencio Mazula (2008). Los orígenes de Maracaibo en los cronistas de Indias, en el libro: Maracaibo, de las sociedades originarias a la ciudad hispana. Lecturas interdisciplinarias, Colección Zuliana N° 25, Serie Ensayos, Editado por Vicerrectorado Académico -Serbiluz-Cidhiz de la Universidad del Zulia, Maracaibo.

 

Las citas de los cronistas, las encuentras en:

  1. Vespucio, Américo (1500)en Carta que envió el 18 de julio de 1500 desde Sevilla a Lorenzo Pier Francesco de Medici, en el artículo de: Amodio, Emanuele (2005). El lago de los sueños. El Lago de Maracaibo en la cartografía y cronistas tempranos (1499-1540), consultado en: Redalic
  2. Àguado, Pedro de (1581), Historia de Venezuela Tomo 1, consultado en: Cervantes Virtual
  3. Fernández de Oviedo y Valdés (1535) Historia general y natural de las Indias, islas y Tierra firme del mar océano, en el periódico: El Zulia Ilustrado (1888-1891). Números 1 al 39. Imprenta Americana: Maracaibo.
  4. Aguado, Pedro de (1581) Historia de Venezuela tomo 1.
  5. Castellano, Juan de (finales siglo XVI) Elegía de varones ilustres de la India, en Guerrero Matheus, Fernando (1970). En la Ciudad y el Tiempo. Tomos l y II. Maracaibo: Excelsior.
  6. Pérez de Tolosa (1546) Informe sobre Alfínger, en María, Nectario (1959). Los Orígenes de Maracaibo. Maracaibo: Universidad del Zulia.
  7. Simón, Pedro (1626). Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme de las Indias Occidentales, en: Urdaneta, Arlene; Parra, Ileana; Cardozo, Germán (2006), consultado en  Revencyt
  8. Pérez de Tolosa en Urdaneta y otros.
  9. María, Nectario (1959). Los Orígenes de Maracaibo.

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17 Replies to “MARACAIBO HISPANA. CRÓNICAS DE LA PRIMERA FUNDACIÓN”

    1. Gracias amigo. En esto he estado desde hace tiempo y ya me atreví a sacarlo. Ahora no tengo excusas de seguir. Cuento con tu apoyo

  1. Muchas gracias Elisa.
    Te felicito por esta iniciativa de compartir el conocimiento y sobre todo estos tema históricos de Maracaibo, tan importantes para saber de dónde venimos y a dónde vamos.
    Vi la cita de Americo Vespucio y me acorde de un libro que leí recientemente de Stephan Zweig- Américo Vespucio- La historia de un error histórico. Es muy corto y se lee muy bien. Si te interesa, en pdf está disponible, cuenta porqué de la gran fama de Vespucio, siendo únicamente un funcionario de la banca de los Medici en Sevilla. Que ya jubilado (como nosotros) se animó a embarcarse al nuevo mundo recién encontrado.
    Te animo a que sigas adelante y te seguiré leyendo
    Un abrazo
    Ignacio Oteiza

    1. Gracias Ignacio por ese hermoso comentario. Buscaré el libro. Y si, embarcándome en este nuevo mundo, pero creo que los que trabajamos en LUZ tenemos muchas cosas ecritas que a veces están en bibliotecas o revistas que llegan a un público muy pequeño. Desde hace tiempo me estaba rondando esta idea y, como toda nueva travesía, me tocó aprender muchas cosas: mucho ensayo y error. También como que esperaba que todo fuera perfecto, hasta que me dije: bueno, ya se arreglará en el camino, porque sino no salía nunca. Es un espacio para todos, así que está a tu orden.

    1. Gracias Marjorie por tu comentario y apoyo. Tengo otro post listo sobre la segunda y tercera fundación de Maracaibo, lo tenía programado para salir ayer, pero el tercero todavía no está completo y quise apoyarme más en darlo a conocer. Ya saldrá el próximo lunes. La idea es tener uno semanal, vamos a ver si puedo.

  2. Magnífico, Elisa, este es un trabajo sabroso y útil, como un buen manjar, y además necesario entre tanta ignoracia y menosprecio de la historia. Creo que estos son tiempos en los que la gente se ha puesto a examinar el pasado, quizá más el reciente, pero también el remoto, y este trabajo es un cálido y ameno aporte, porque además escribes con mucha soltura. Estupendo, estupendo.

    1. Gracias Juan. Muy alentador tu comentario. Ya tengo la segunda y tercera fundación preparada. Sale el lunes. Quiero escribir sobre mis experiencias, por eso le puse mi nombre. Lo que pienso sobre las cosas, mis investigaciones, si viajo, con mis alumnos, etc. En fin, creo que ya me puedo dar ese lujo y escribir es una de las cosas que más me gustan

  3. Felicidades, profesora Elisa. Es un lujo y un orgullo para tod@s l@s marabinos poder rescatar y poner en valor nuestra historia, desde la fundación de nuestra ciudad. Un abrazo!

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